por Holly Bonner

Nota del editor: Esta es la primera publicación de nuestra nueva serie sobre la crianza de los hijos por padres ciegos, titulada Blind Parenting (La crianza de los hijos por padres ciegos), han utilizado estrategias organizacionales en conjunto con técnicas adaptativas para criar a sus hijos de forma segura e independiente. Esta publicación se divide en tres partes, las cuales incluyen listas de verificación por separado: la primera trata sobre su situación personal, la segunda sobre las implicaciones médicas y la tercera sobre los recursos y servicios que Ud. necesita tener en cuenta.

Si hay una cosa que mis dos cesáreas me han enseñado, es que el embarazo no tiene nada que ver con la forma en que lo representan en las películas. Llevar dentro de uno a un ser humano que va creciendo es un trabajo duro, tanto a nivel físico como emocional. Comenzando por las náuseas matutinas y siguiendo con la ansiedad que se siente a medida que se acerca la fecha probable de parto, convertirse en madre es un largo y arduo trayecto.

La ceguera o tener alguna discapacidad visual no debería impedir a ninguna mujer explorar su deseo de quedar embarazada. De ser posible, aquellas que actualmente vivimos con pérdida de la vista debemos planificar nuestros embarazos adecuadamente, explorando los posibles servicios que vamos a necesitar una vez que nazcan nuestros hijos. Aquellas mujeres ciegas o con deficiencias visuales que se cuestionan si quieren o no formar una familia, tengan en consideración la siguiente lista de verificación para antes del embarazo sobre cómo lidiar con su situación personal.

Lista de verificación #1: ¿Estoy lista?

1. Pregúntese a sí misma, “¿Estoy lista?”: Es fácil quedar atrapada en el romanticismo del embarazo. Imaginamos a un bebé chiquitito que agarra nuestro dedo mientras les cantamos para que se duerma. Pensamos en largas caminatas con nuestro compañero mientras empujamos amorosamente al bebé en su cochecito de paseo (carriola). No se equivoquen; tener un bebé es tan aterrador como es maravilloso. Vidente o invidente, pregúntese: “¿Estoy lista? Cuando se piensa en traer a un niño al mundo, es importante asegurarse de que una está física, emocional y económicamente preparada para mantenerlos y apoyarlos.

2. La salud física es imprescindible para ambos padres. Aunque las mujeres son las encargadas de llevar al bebé en su vientre, sus parejas tienen la misma responsabilidad de ayudar a criar al niño después de su nacimiento. Entre estas responsabilidades están darles el biberón durante la noche, pasar las noches en vela, levantar al niño del piso cuando está teniendo una rabieta y poder físicamente levantar y llevar todo el equipo necesario del bebé, desde el asiento de seguridad para el auto hasta el cochecito (carriola). A fines de asegurarse de que van a poder tener un largo y saludable papel en la vida de sus hijos, todos los padres potenciales deberían estar en buena salud física, según lo determine su médico.

3. Asegúrese de que su pareja y usted están en un buen estado emocional. Intente comprender el sacrificio que implica ser padre; esencialmente, tomar la decisión de poner las necesidades de su bebé antes de las suyas propias durante toda la vida de su hijo. Los bebés requieren una enorme cantidad de atención. Sin duda, habrá días en los que quizás desee pasar tiempo a solas o estar sola con su pareja, pero las necesidades de su bebé deben seguir siendo su primera prioridad. A veces, eso implica que va tener que poner sus propias necesidades y las de su relación como pareja en segundo plano y atender las necesidades inmediatas de su recién nacido.

4. Considere sus obligaciones financieras. Haga un presupuesto que refleje todos los elementos necesarios que pueda necesitar un bebé, incluyendo pañales y leche maternizada (fórmula). Evalúe la situación actual de su vivienda ¿Tiene su bebé suficiente espacio para crecer y jugar con seguridad? ¿Necesita hacer algún tipo de adaptación en su casa para prepararla para el bebé? Inicie un fondo de emergencia en caso de que usted o su pareja se enferme durante su embarazo. Asegúrese de que puede mantener económicamente a su hogar y a Ud. misma antes de decidir quedar embarazada.

A nivel personal, yo perdí el resto de la vista que me quedaba durante los últimos tres meses de mi primer embarazo, quedando totalmente ciega. Mi esposo, que es completamente vidente, se vio obligado a solicitar una licencia para ausentarse de su trabajo durante mi último trimestre. Tuvo que pedir un permiso adicional para ausentarse por más tiempo para ayudarme a recuperarme de una infección que contraje después de la cesárea. Pudimos manejar la situación a nivel económico gracias a nuestros ahorros y aprovechando sus días de vacaciones. Afortunadamente, mi esposo estaba en excelente estado de salud y pudo él mismo hacerse cargo de la mayor parte de mi cuidado y del cuidado de nuestra hija. A nivel emocional, tenemos una relación muy comprometida y estable y hemos encontrado formas de dedicarnos tiempo de calidad a nosotros como pareja, incluso en nuestro nuevo rol de padres.

Manténgase al tanto de mi próxima publicación — Lista de verificación #2: Implicaciones médicas a considerar.