por Holly Bonner

Nota del editor: Esta publicación forma parte de la serie titulada Blind Parenting (La crianza de los hijos por padres ciegos) creada con el fin de proporcionar a los padres con deficiencias visuales relatos de fuentes directas sobre cómo se puede criar a un niño de forma segura e independiente. La publicación de hoy por Holly Bonner incluye nueve consejos para enseñar fácilmente a su hijo a ir al baño.

Enseñar a su hijo de edad prescolar a ir al baño como padre con baja visión

¡Enseñar a su hijo o hija a usar el baño es un momento muy emocionante! Por un lado, ha llegado el momento en su carrera como padres cuando por fin pueden despedirse de los pañales sucios. Por otro lado, el darse cuenta de que su bebé ya no es un “bebé” es suficiente como para romperle el corazón a cualquier padre o madre.

Los padres ciegos necesitan ser organizados y sistemáticos al emprender la tarea de enseñar a sus hijos a usar el baño. Se necesita regularidad y paciencia para ayudar a su hijo a progresar a lo largo de este hito del desarrollo. Mediante una planificación cuidadosa y algunos incentivos para los niños, tanto los padres como los niños pueden sobrevivir esta etapa. Soy madre ciega, y después de haber entrenado hace poco a mi propia hija de tres años, les ofrezco mis consejos para enseñarles a los niños de edad prescolar a ir al baño.

Consejos de Holly para enseñar a los niños de edad prescolar a ir al baño

1. Designe un lugar adonde poner la bacinica de plástico: Tener una bacinica de plástico le da la flexibilidad de enseñar a su hijo los conceptos básicos para usar el baño en cualquier parte de la casa. Una vez que tenga un área designada, coloque la bacinica sobre una alfombrilla lavable o una estera de hule. Esto les brindará una señal táctil a los padres ciegos, indicándoles el lugar donde está localizada la bacinica. También les permite colocar la bacinica sobre una superficie antideslizante para que su niño pequeño pueda sentarse con seguridad y firmeza, sin peligro de que se deslice por el suelo. Si ocasionalmente lo hiciera afuera (y lo hará), las alfombrillas se pueden lavar y las esteras de hule se pueden limpiar fácilmente con toallitas desinfectantes.

2. Prepare un cesto con juegos: Los niños de edad prescolar no se caracterizan por su paciencia. ¿Cómo entonces se supone que los padres los alienten a que se sienten pacientemente mientras aprenden a ir al baño? La respuesta es simple, prepare un cesto con juegos. Compre una pequeña cesta o cubo con compartimentos. Luego, vaya a su tienda de baratijas local para llenar la cesta o cubo con pequeños artículos interactivos para que su hijo disfrute, tales como libros para colorear, crayones, hojas de pegatinas o tarjetas de costura. También puede comprar algunos libros nuevos para fomentar la lectura mientras esté sentadito en la bacinica. Los padres con deficiencias visuales deben organizar la cesta de tal forma de que sepan dónde se encuentra cada artículo. Utilizando un “Pen Friend” o braille, etiquete cada compartimento con los artículos que contiene para que Ud. los pueda localizar fácilmente. Entréguele el cesto (o cubo) a su hijo el día que lo comience a entrenar y mantenga el cesto cerca del área de entrenamiento para facilitar su uso.

3. Permita que los personajes favoritos de su niño les ayuden a respaldar su mensaje mediante DVD y aplicaciones audibles: Los padres necesitan respaldo para promover el mensaje de que aprender a ir al baño es una parte positiva de hacerse mayores y que es una experiencia por la que todos pasamos. Recurra a los personajes favoritos de su hijo para que le den apoyo emocional durante esta etapa de su hijo. Hay libros y videos sobre el entrenamiento para ir al baño con los personajes de Elmo y el Tigre Daniel. Los padres ciegos o con discapacidades visuales pueden comprar libros o descargar videos fácilmente en sus dispositivos móviles. Además, hay varias aplicaciones para entrenar a los niños a ir al baño para los dispositivos Apple y Android. Las aplicaciones como Ir al baño con Elmo ($3) contienen cuentos y canciones que los padres con deficiencias visuales pueden usar para reforzar sus técnicas de entrenamiento. Mi Bacinica y Yo ($2), basada en el famoso libro infantil de Alona Frankel, también proporciona canciones y cuentos audibles que los padres ciegos pueden compartir con su hijo. El usar las funciones de accesibilidad de los dispositivos le proporcionará fácil acceso. El compartir cuentos y programas de televisión con su hijo que reiteren lo positivo que es entrenarse para ir al baño, le ayudará a su hijo a sentirse más cómodo con el proceso.

4. Cree un tablero de incentivos: Mantenga un control del progreso de su hijo preparando un tablero de incentivos que incluya pegatinas para ir documentando sus logros. Los padres ciegos pueden comprar pegatinas con braille como los puntos braille. Estas pegatinas vienen en diseños con colores llamativos que a todos los niños les gustan y con mensajes táctiles en braille para los padres ciegos. Permita que sus hijos elijan un diseño para su tablero, ya sea incluyendo uno de sus personajes favoritos o un tema interesante. ¡Mi hija eligió Buscando a Dory para su tablero de incentivos! ¡Cada vez que lograba usar la bacinica, recibía una pegatina de puntos braille! Cuando lograba cinco pegatinas, recibía un premio.

5. Las toallitas húmedas para bebé son la mejor opción para la limpieza: Los padres ciegos deberían utilizar las toallitas para bebé tradicionales para limpiar a su hijo después de que hayan utilizado la bacinica. Al igual que con el cambio de pañales, limpiar a su hijo en forma de un signo de más, hacia arriba, hacia abajo y horizontalmente le ayudará a asegurarse que su hijo ha quedado limpio. Además, la humedad que proporcionan las toallitas, a diferencia de la sequedad del papel higiénico, también les ayudará a los padres con discapacidad visual a no dejar que el niño quede embarrado con su caquita durante el entrenamiento.

6. El premio: Su hijo debe ser recompensado por los esfuerzos que pone para aprender. Las recompensas pueden variar, pueden ir de golosinas, como paletas o M&Ms, a pequeños juguetes o muñecas. Aunque a algunos padres no les gusta este método de recompensa y lo ven como una forma de soborno, muchos expertos coinciden en que el sistema de recompensa es beneficioso en el entrenamiento para ir al baño. Aprender a usar el baño es difícil y frustrante para su niño pequeño. Enseñarles que serán recompensados por trabajar fuerte no es necesariamente algo malo. También servirá como una motivación adicional, y los alentará a usar el baño. Es importante que los padres ciegos consideren la seguridad al elegir su método de recompensa. Los juguetes con piezas pequeñas o golosinas muy pequeñas pueden representar un riesgo de asfixia para su hijo. Utilice su propio criterio, en base a su experiencia previa con las necesidades individuales y el desarrollo de su hijo, al seleccionar una recompensa que sea segura y económica para su familia.

7. Elija el lenguaje adecuado: Los padres ciegos no pueden ver las pistas físicas habituales asociadas a las necesidades biológicas de sus hijos, tales como balancearse de un lado a otro, cruzar las piernas o poner sus manos en el área genital. En vez de preguntarle constantemente a su hijo si “tiene que ir al baño”, los padres ciegos deben recordarles periódicamente a sus niños pequeños que “escuchen a sus cuerpos”, aproximadamente cada 20 a 40 minutos. El utilizar pistas verbales positivas, como “escucha a tu cuerpo”, Ud. le está enseñando a su hijo a dirigir su atención hacia sus propias pistas físicas, proporcionándoles el conocimiento que necesitan para saber cuándo es que tienen que ir al baño. Esto previene que los padres ciegos se basen únicamente en las pistas visuales de su hijo para el entrenamiento.

8. No apresure el proceso: Los padres ciegos necesitan entender que el entrenamiento para ir al baño es un maratón, no es una carrera de velocidad. Habrá días en que su hijo no tenga ningún incidente. Y luego, justo cuando piensa que su hijo ha dominado la tarea, ¡pueden retroceder en proporciones épicas! Tenga paciencia. Tenga empatía. Deles la oportunidad de aprender tan rápido o tan lento como sea necesario. Tenga pañales Pull-Ups y ropa interior a mano, pero asegúrese siempre de llevar consigo un cambio de ropa durante las primeras semanas de entrenamiento. Recuerde, lo único predecible acerca de los niños pequeños es que son impredecibles. Si comienza a sentirse abrumada con el proceso de entrenamiento o considera que su hijo está mostrando señales de que quizás no esté listo todavía, tómese un descanso.

9. Hágale caso omiso a la presión social: Todo el mundo tiene alguna opinión para el padre o madre que está a punto de comenzar a entrenar a su hijo a usar el baño. Los abuelos, las compañeras de trabajo y otras mamás en el patio de recreo con toda seguridad le ofrecerán sus opiniones sobre cuándo y cómo usted le debe enseñar a su hijo a ir al baño, y puede que también juzguen sus decisiones. El mejor curso de acción es educadamente ignorar a estas personas. No sucumba a la presión social. Usted conoce a su hijo mejor que nadie en el mundo. Comience el entrenamiento cuando ambos estén listos y tómense el tiempo que ambos necesiten.