Cuando alguien que ama está muy enfermo, recuperándose de una cirugía o lesión, o sufriendo con una condición debilitante a largo plazo o simplemente se está volviendo más frágil a través del proceso de envejecimiento, es muy probable que usted sea el que sale al frente y hace lo que sea que se necesite hacer. Usted puede ser ciego o tener baja visión, pero en momentos como estos, su ceguera tiene que relevarse a una segunda prioridad. Sin embargo, todavía está presente. Usted se vuelve creativo al lidiar con su ceguera, para poder lidiar con la situación más grande e inmediata. Lea las historias de nuestros Compañeros Asesores sobre cómo superar los retos de ser un cuidador ciego o con discapacidad visual. Por favor, comparta sus propias historias para que podamos inspirar a otros que tienen la misma carga para que esta sea más liviana.